Se creación se debió a la necesidad de dar un servicio de hostelería al Casino que se encontraba en el edificio, del cual era propietario. Este uno de los dos Casinos que existieron en Quesada, con sus grandes salones, cuadros y espejos en las paredes, ruleta y mesas de juego, croupiers de renombre, alguno de ellos con experiencia en Montecarlo, nos lo describe con todo detalle el escritor Ciges Aparicio en su obra “Villavieja”. Este Casino se mantuvo, y su correspondiente servicio de hostelería en los bajos, hasta el inicio de
EL CASINO
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